Hidráulico

El mosaico hidráulico aparece a finales del siglo XIX, convirtiéndose en una revolucionaria forma de fabricar baldosas sin necesidad de cocerlas, con la llegada del cemento artificial denominado Portland, lo que supuso un gran ahorro energético y en costes de producción para los fabricantes.

Con la llegada de la época del Modernismo, la baldosa hidráulica comienza a adquirir un nuevo protagonismo.

El mosaico hidráulico se convirtió en una pieza artística de gran valor, utilizado por importante diseñadores como en el caso de Antonio Gaudí.

La fabricación del mosaico hidráulico se realizaba pieza a pieza. El artesano decidía los colores a utilizar y preparaba una pasta mezclando pigmentos, arena, agua, cemento blanco y polvo de mármol blanco. Vertía la pasta en un molde que se llamaba «trepa», que constaba de varias separaciones y en cada una de ellas se vertía el color correspondiente.

Cuanto más color llevaba el diseño, más costoso era el proceso de elaboración. El resultado final era un pulido suelo hidráulico, toda una delicia para los amantes del arte y el diseño.

Recuperamos la historia

Damos una nueva vida a baldosas hidráulicas originales, formando parte de originales muebles diseñados para destacar la belleza de esta pieza artesanal que se ha convertido en un icono de la historia del diseño.

Escoge tu mueble favorito y selecciona la pieza de pavimento hidráulico que más te guste.

Cada marca en su superfície es un símbolo de vida de una pieza de hasta 100 años de antiguedad.

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